La tecnología protege tu empleo
Hola:
Te saluda Clara Piloto, directora de los programas globales de MIT Professional Education. Me gustaría informarte de que estamos eliminando las barreras institucionales con el fin de ofrecer una puerta de acceso al conocimiento generalizado a profesionales de cualquier parte del mundo.
En el siguiente artículo vamos a analizar algunas de las claves que abordó Andrew McAffee, (codirector de la Iniciativa sobre Economía Digital de MIT Sloan School of Management) en la XVI edición del congreso Hoy es marketing, celebrado el pasado 29 de mayo en Madrid. Mcaffee analizó la perspectiva y el futuro de la automatización y la manera en que pueden contribuir a generar nuevos puestos de trabajo y a reducir costes a la vez que mejoran la eficiencia y la productividad de los procesos.
En cada revolución industrial se ha planteado la misma cuestión: ¿la tecnología incrementará colateralmente la desigualdad? Y, sin embargo, a pesar de no ser una pregunta nueva, en esta Cuarta Revolución Industrial, la duda se plantea con más intensidad que en anteriores ocasiones, tal vez porque la respuesta se hace más evidente. Andrew McAffee ha ofrecido su propia valoración en el diario español ABC: “La tecnología nos puede hacer ricos y si no nos gusta la distribución de esta riqueza y cómo se comparte, podemos arreglarlo con las herramientas de las que disponemos. Pero, porque no nos guste el reparto, no debemos enemistarnos con la tecnología o cortarle las alas por no saber lidiar con la desigualdad”.
¿LA TECNOLOGÍA INCREMENTARÁ COLATERALMENTE LA DESIGUALDAD?
McAffee explicaba este punto de vista en el propicio contexto de la XVI edición de Hoy es marketing, celebrado a comienzos de junio en ESIC Business Marketing School en Madrid. Y es que, ante la disyuntiva, podemos poner el acento en los aspectos que son a priori negativos −pérdida de puestos de trabajo y nuevas desigualdades− o mantener una visión global, más ponderada, más propia de los retos del siglo XXI: creación de nuevos puestos de trabajo, nacimiento de nuevos oficios, oportunidades económicas inéditas, aumento de la producción con menos recursos, incremento de la riqueza, revalorización de los talentos genuinamente humanos de la fuerza laboral, economía más sostenible y ecológica, entre otros.
La reducción de costes, mayor eficiencia y productividad, la mejora de las condiciones laborales −evitando trabajos de riesgo o que exigen vivir en el extranjero o excesivamente tediosos para los humanos, que ahora pueden realizar las máquinas− son algunos de los impactos positivos que traen las innovaciones en áreas como la inteligencia artificial y la robótica. Las mismas innovaciones que destruirán empleos, según la lógica de los hechos que estamos siguiendo. Y, sin embargo, hay teorías que objetan de esta visión un tanto pesimista. Es el caso de los que apuestan por la optimización de empleos como forma de protegerlos. Su tesis se basa en la inevitable prevalencia de la tecnología; esto es, tarde o temprano la tecnología modula los puestos de trabajo, porque siempre ha sido así y porque es bueno que así sea. Ante esa cuenta atrás hay dos actitudes: una pasiva y otra activa, que implica anticiparse a la obsolescencia laboral. Esta visión considera las máquinas como ayudantes de los trabajadores, no como competidoras, y cree que con herramientas tecnológicas mejores se obtiene más margen de beneficio en los negocios, un trabajo más creativo e inspirador para los humanos y, en definitiva, se logran empleos más valiosos, lo que se traduce también en empleos más protegidos contra las fluctuaciones del mercado.
LA REDUCCIÓN DE COSTES, MAYOR EFICIENCIA Y PRODUCTIVIDAD SON IMPACTOS POSITIVOS QUE TRAEN LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA ROBÓTICA
Bajo este prisma, la automatización, la robótica y todas las tecnologías que están modernizando nuestros puestos de trabajo, lejos de constituir una amenaza, suponen una oportunidad de crecimiento. Y lo que es más: una contribución realmente valiosa en el objetivo común de una mayor igualdad de oportunidades. A fin de cuentas, la mayor parte de la tecnología está creciendo en terrenos donde los códigos abiertos, la formación continua y la audacia de emprendedores o start-up, permite a profesionales que antiguamente tenían pocas posibilidades de prosperar por sus propios medios, convertirse en líderes en innovación y encabezar procesos disruptivos en los sectores más variados.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA ROBÓTICA DAN UNA MAYOR IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Un nuevo liderazgo en donde el hombre y la máquina, una vez más, caminarán de la mano para abrir carreteras entre la niebla que inevitablemente se genera en todas las etapas de revolución industrial. Una simbiosis entre la robótica y la inteligencia humana donde la diferencia la marcará la capacidad de llevar a las máquinas al límite de sus posibilidades tecnológicas, aprovechando los universos inexplorados que hoy nos abre el Machine learning, esa oportunidad para enseñar a los robots a realizar funciones con una precisión y eficacia que a nosotros se nos escapa, ahorrándonos un tiempo y un esfuerzo que podemos dedicar plenamente en tareas más creativas, satisfactorias y típicamente humanas.
Clara Piloto
Directora de Global Programs – MIT Professional Education