Hoy creo que estamos viviendo un momento similar y una vez más, contaremos con todos ustedes para que nos guíen. Nuestra misión es más importante y urgente. Se trata de salvar nuestro propio planeta de la grave crisis que estamos viviendo, el cambio climático. Y en esta ocasión, a diferencia de en 1962, el principal desafío que tienen ante ustedes no es científico ni tecnológico, es político.

Solo en la última década hemos padecido huracanes históricos devastando islas en el Caribe, hemos sufrido en repetidas ocasiones “incesables inundaciones ” azotando el medio oeste y el sur de los Estados Unidos, hemos visto incendios forestales que baten récords asolando California y tifones que matan a miles de personas en Filipinas.

Esta es una verdadera crisis. Si no estamos a la altura, las nuevas generaciones, hijos y nietos, pagarán las consecuencias. Nuestros científicos saben que no podemos demorarnos a la hora de tomar medidas, y muchos gobiernos y líderes políticos de todo el mundo están empezando a abrir los ojos.

Esta es una verdadera crisis. Si no estamos a la altura, las nuevas generaciones, hijos y nietos, pagarán las consecuencias.

Nuestro objetivo es mover a los EE. UU hacia una economía de energía limpia al 100% de la manera más expeditiva posible y comenzar ese proceso ahora mismo. No pretendemos alcanzar el éxito sacrificando las cosas que necesitamos, sino invirtiendo en aquello que queremos: mejores trabajos, aire y agua más limpios, energía más barata, mayores opciones de transporte y menos carreteras congestionadas.

Para hacerlo derrotaremos en los tribunales los intentos de la EPA de revertir las regulaciones que reducen la contaminación de carbono y protegen nuestro aire y agua. Pero la mayoría de nuestras batallas tendrán lugar fuera de Washington. Vamos a trasladar la lucha a todas las ciudades y estados, iremos directamente a la gente.

Y la lucha tendrá lugar en cuatro frentes principales:

Primero, haremos que los estados y las empresas de servicios públicos eliminen gradualmente, en los próximos 11 años, todas las centrales eléctricas de carbón de los EE. UU. Sabemos que esta medida es posible porque ya estamos a más de la mitad del camino.

En segundo lugar, trabajaremos para detener la construcción de nuevas plantas de gas. Para cuando se construyan ya estarán obsoletas debido a que la energía renovable será más barata.

Tercero, apoyaremos a nuestros aliados más poderosos, gobernadores, alcaldes y legisladores, en su búsqueda de políticas y leyes ambiciosas, y capacitaremos al ejército de base de activistas y grupos ecologistas que actualmente están impulsando el progreso estado por estado.

Cuarto, nos involucraremos profundamente en las elecciones en todo el país, porque el cambio climático es ahora ante todo un problema político, no un dilema científico, o incluso un rompecabezas tecnológico.

Es hora de que todos aceptemos que el cambio climático es el gran desafío de nuestro tiempo. Como dijo el presidente Kennedy hace más de 57 años en referencia a la misión a la luna: estamos dispuestos a aceptar este desafío, no estamos dispuestos a posponerlo, y tenemos la intención de ganarlo. Ahora nosotros debemos enfrentarnos a esta misión con la misma determinación.

Graduados y graduadas: necesitamos vuestras mentes y creatividad para lograr un futuro de energía limpia. Pero eso no es todo. Necesitamos vuestras voces. Necesitamos vuestros votos. Y necesitamos que nos ayudéis a llegar donde Washington no lo hará.

Cuando salgáis de este campus, espero que se os llevéis con vosotros la disposición de MIT de elevar al hombre hasta la estratosfera. Sed ambiciosos en cada faceta de vuestras vidas. Y nunca os detengáis cuando os digan que algo es imposible de conseguir. Al contrario, dejad que esas palabras os inspiren porque tratar de hacer posible lo imposible puede conducir a logros que nunca antes habríais soñado. Y es entonces cuando realmente podréis aterrizar en la luna.

Para hacerlo derrotaremos en los tribunales los intentos de la EPA de revertir las regulaciones que reducen la contaminación de carbono y protegen nuestro aire y agua. Pero la mayoría de nuestras batallas tendrán lugar fuera de Washington. Vamos a trasladar la lucha a todas las ciudades y estados, iremos directamente a la gente.

Y la lucha tendrá lugar en cuatro frentes principales:

Primero, haremos que los estados y las empresas de servicios públicos eliminen gradualmente, en los próximos 11 años, todas las centrales eléctricas de carbón de los EE. UU. Sabemos que esta medida es posible porque ya estamos a más de la mitad del camino.

En segundo lugar, trabajaremos para detener la construcción de nuevas plantas de gas. Para cuando se construyan ya estarán obsoletas debido a que la energía renovable será más barata.

Tercero, apoyaremos a nuestros aliados más poderosos, gobernadores, alcaldes y legisladores, en su búsqueda de políticas y leyes ambiciosas, y capacitaremos al ejército de base de activistas y grupos ecologistas que actualmente están impulsando el progreso estado por estado.

Cuarto, nos involucraremos profundamente en las elecciones en todo el país, porque el cambio climático es ahora ante todo un problema político, no un dilema científico, o incluso un rompecabezas tecnológico.

Gracias y felicidades.

Próximo destino: entre la innovación y la igualdad

En el trasfondo de la ceremonia de apertura de los programas de MIT y dentro del contexto de los lanzamientos espaciales, estuvo muy presente el próximo reto de la NASA en el que el Instituto está implicado. Se trata de la misión Artemisa, que enviará por primera vez a una mujer a la Luna. De este modo, una astronauta estadounidense hará historia el próximo año 2024, en un proyecto en el que MIT colaborará para dejar también su huella en la Historia de los logros espaciales.